Bioestimulación

Es el conjunto de tratamientos no quirúrgicos diseñados para activar y potenciar los procesos naturales de regeneración de la piel, estimulando la producción de colágeno, elastina y otras sustancias fundamentales para mantener la piel firme, elástica y juvenil. Este enfoque terapéutico busca mejorar la calidad, textura y apariencia general de la piel, utilizando diferentes técnicas y sustancias que incentivan la capacidad intrínseca del cuerpo para repararse y rejuvenecerse.

Entre las técnicas más comunes de bioestimulación se incluyen:

* Inyecciones de factores de crecimiento: Se obtienen del plasma rico en plaquetas (PRP) del propio paciente. Estas inyecciones estimulan la regeneración celular y la producción de colágeno, mejorando la elasticidad y apariencia de la piel.


* Terapias con láser y luz pulsada: Estas tecnologías se utilizan para calentar las capas subyacentes de la piel, promoviendo la regeneración celular, la producción de colágeno y la mejora de la textura de la piel.


* Peeling químico con sustancias bioestimulantes: Algunos peelings químicos no solo eliminan las capas superiores de la piel para revelar una piel más suave y joven, sino que también pueden contener ingredientes que estimulan la producción de colágeno y elastina.


* Microagujas o terapia de inducción de colágeno: Esta técnica utiliza un dispositivo con microagujas para crear microlesiones en la piel, lo que induce una respuesta de curación que aumenta la producción de colágeno y elastina.


La bioestimulación es valorada por su capacidad para ofrecer resultados naturales, mejorar la firmeza y la textura de la piel, y reducir signos de envejecimiento sin necesidad de cirugía. Cada tratamiento se puede personalizar según las necesidades específicas de la piel del paciente, asegurando una mejora en la apariencia general y la salud de la piel.